Película nº 172/VII Timbuktu (2014)




Presenta y modera: Pedro Añón

Ficha de un cine necesario:  Juan Carlos y Juan Pablo


3 comentarios:

  1. Desde mi asiento en el tendido 7 grada de sol.

    Anoche asistimos en el coso ubriqueño a la alternativa de un nuevo diestro en esto del arte de la presentación. Había media entrada, los aficionado ocupaban su sitio de abono. Se pidió permiso al Presidente, este lo concedió y como es de rigor expresó su sentir por el diestro.

    No lo tenía fácil, pues el morlaco elegido en suerte, zaino y enmorrilado, más utrero que eral, no era de una ganadería de las conocidas como fáciles, más lo contrario, ya en corrales los subalternos y el apoderado se sintieron nerviosos por el astado, la querencia del bicho era de peligro.

    El lidiador esperó a porta gayola, de rodillas en el albero, y ya en esos primeros lances comprendimos que la lidia iba a ir por buen camino. Pronto confiamos en el buen hacer y el temple del MAESTRO.

    El astado a lo largo de la faena hizo varios extraños y por momentos pensábamos que la cornada estaba cerca, pero los tercios fueron transcurriendo con una moderada cadencia y con algún que otro sobresalto, recordad a la espontanea haitiana, lo único que le faltó fue hacer el salto de la rana.

    Al final de la lidia hubo división de opiniones, no por el del traje de luces, que estuvo de oreja y rabo, sino por el animal, que unos opinaban que se debería haber quedado en toriles, mientras otros lo jaleaban como algo único y válido para semental, …el toro.

    Nadie se atrevió a sacarlo en hombros, más por la edad de los presentes, que por las ganas de vitorear y festejar…al torero.

    Y una vez terminada la faena, el diestro que toreó con mano “Izquierda”, hizo caso al poeta y llamó a su cuadrilla, plegó el capote, se despidió del público y salió de la plaza sin hacer ruido.

    Pedro, una vez tomada la alternativa te esperamos en nuevas faenas, quizás con astados más amables, pero no te creas que con los pitones afeitados, pues en esta plaza sólo se lidian las mejores camadas de las más prestigiosas ganaderías.

    Me hubiera gustado haber llevado sombrero, porque anoche fue una buena ocasión para quitárselo.


    (El glosario de términos taurinos es muy rico e incluso bello, pero el utilizarlo no indica mi afición al “arte taurino”, sino a la riqueza de nuestra lengua y un homenaje sentido al amigo, en grada de sombra, Juan Ruiz, aficionado al arte de la tauromaquia y del cine, un verdadero Belmonte, y por supuesto a Carmen, mujer de grana y oro)


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  2. Tus palabras dedicadas, querido corresponsal, han sido recibidas con pañolada blanca en esta arena donde la sangre y la cal van de la mano. La vida está castigando a Juan con cornadas lentas y de varias trayectorias, y aunque en esta lidia que comenzamos al nacer, la muerte en su tercio siempre saldrá vencedora, al menos podría llevarnos evitándonos el de varas y el de banderillas. Carmen se ha tenido que tirar al ruedo en su lidia personal.
    Como bien dices, la brega de Pedro cuidando de llevar la fijeza de cada envite del morlaco a buen puerto, seguramente como ya había ensayado toreando de salón antes de salir al ruedo, aunque quizás por ser la primera vez no quiso torear en los medios. Lidia poética que esperamos se repita en otras tardes, y mira que la nuestra no es una hora mu taurina.

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  3. Acabo de leer vuestros comentarios y aunque sin atreverme, pues no estoy acostumbrada a contestar a corresponsales tan versados en la materia, quiero deciros que esta diestra debería estar retirada de los ruedos por la poca afición y por la edadad que tiene, pero ante semejante evento por nada del mundo dejaría de lidiar esta corrida.
    Muchas gracias a los dos y gracias a todos los componentes de ese gran grupo por lo buenos ratos que nos habéis hecho pasar en todos estos viernes que tanto Juan como yo esperabamos con ilusión todas las semanas

    SOIS ÚNICOS

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